miércoles, 17 de agosto de 2011

Capítulo 1.

Siete de la mañana. Nueva York estaba desperezándose todavía, toda la calle con los mejores hoteles de la ciudad se encontraba desierta, salvo por unos cuántos coches que ya se encontraban moviéndose por aquella gran ciudad.
Todo turista que allí se encontrara debía estar durmiendo, o, quién sabe, quizá estuvieran desayunando.
Pero tras tres segundos de silencio se oyó un enorme estruendo. Un estruendo que hizo que Jared Blayton, un joven de unos 19 años, rubio, con ojos verdes y un codiciado cuerpo entre las mujeres tuviera que salir de su recorrido habitual hacia su puesto de trabajo en un restaurante de comida rápida. Solía ir todas las mañanas a trabajar hasta las 4 de la tarde, pero ese día no.
Ese día Jared tuvo que presenciar como dos coches chocaban en medio de la calle, delante de sus ojos.
Mucha gente se asomaba a las ventana, con la necesidad de saber qué ocurría, simple curiosidad morbosa.
En cuánto Jared fue corriendo a socorrer a los que se encontraban dentro de dichos coches, pudo  comprobar que había una chica tendida en el suelo, parecía inconsciente, pero no se encontraba herida.

Oscuridad, silencio y solo oscuridad. No, silencio no... podía escuchar como algunas personas gritaban, unas cuántos ruidos parecidos a un pitido, le sonaban, pero lo que no esperaba es que unas manos la zarandearan. La estaban molestando, ella estaba feliz en su inconsciencia, en su ignorancia, pero finalmente esas manos consiguieron lo que se proponían. Ella abrió los ojos. Puedo ver a un chico rubio de ojos verdes mirándola preocupado.

Jared no tenía tiempo para esto, nadie parecía haberse dado cuenta de que la chica se encontraba allí con él, consiguió que abriera los ojos, así que solo pudo preguntarla, escupiendo las palabras de forma rápida -¿Estas bien? ¿Necesitas un médico? ¿Cómo te llamas?-La chica pestañeó, Jared pudo observar como sus ojos azules se posaban en él, algo confusos. Observó también su vestido blanco, algo manchado debido al asfalto y su melena larga oscura algo despeinada, pero por lo demás la chica estaba bien, no parecía herida.

El chico la hacía muchas preguntas, sólo pudo asentir ante la pregunta acerca de su estado, pero las otras no las comprendía, el chico tuvo que preguntar de nuevo su nombre, pero ella no se acordaba de el.
Entonces le vino a la cabeza algo, una palabra, supuso que serviría. -Mi nombre es... Somnus.- Dijo, con un hilo débil de voz. Lo miró desconfiada y murmuró: -¿Tú tienes uno?- Jared sonrió, pensaba que debía llevarla a un hospital cuánto antes.-Sí, lo tengo. Me llamo Jared Blayton, y te voy a llevar a un hospital cuanto antes.
Ella pareció inquieta, negaba con la cabeza rápidamente y parecía asustada.-NO, NO ,NO, HOSPITAL, NO.- Decía.
Sin saber el motivo Jared se apiadó de ella y cogiéndola en brazos, la llevó  a su casa, un piso pequeño de un edificio situado en un área residencial de las afueras de la ciudad. La chica parecía tener unos 18, tal vez era de su misma edad, por lo que supuso que podría tenerla en casa solo unas horas, hasta que se recuperara.

Así  que allí la dejó, en el sofá de su casa. Pensaba llamar a la policía en cuanto pudiera.
No sabía quien era aquella chica, pero por lo visto, no se acordaba de nada.



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